La
lucha para llevar mi traje para la nieve rosa neón y verde siempre
estaba entretenido para mis padres y hermanos, pero muy pesado para mí. Era una niña gordita, pero nunca me preocupé porque no
di cuenta de que mis muslos eran más grandes que los abdómenes de las
otras niñas. Cuando
empecé a interesarme por los deportes, sin embargo, me di cuenta que mi
físico regordete no sería suficiente para las prácticas y
juegos de fútbol de la YMCA.Mi
carrera como futbolista comenzó en Houston, Texas, donde a la edad de
cuatro años, era el mejor portero de mi equipo porque tenía coordinación mano-ojo. Aunque me encantaba el deporte, mi tamaño y asma interrumpió mi habilidad para jugar. Cuando me mudé a Chicago, me uní al equipo local de AYSO y se encontró muchas chicas que yo pensaba eran mis amigos. Eso fue hasta que me gritaron en el campo para mover. Saturday, February 4, 2012
un desafío
La
lucha para llevar mi traje para la nieve rosa neón y verde siempre
estaba entretenido para mis padres y hermanos, pero muy pesado para mí. Era una niña gordita, pero nunca me preocupé porque no
di cuenta de que mis muslos eran más grandes que los abdómenes de las
otras niñas. Cuando
empecé a interesarme por los deportes, sin embargo, me di cuenta que mi
físico regordete no sería suficiente para las prácticas y
juegos de fútbol de la YMCA.Mi
carrera como futbolista comenzó en Houston, Texas, donde a la edad de
cuatro años, era el mejor portero de mi equipo porque tenía coordinación mano-ojo. Aunque me encantaba el deporte, mi tamaño y asma interrumpió mi habilidad para jugar. Cuando me mudé a Chicago, me uní al equipo local de AYSO y se encontró muchas chicas que yo pensaba eran mis amigos. Eso fue hasta que me gritaron en el campo para mover.
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